¿Cómo cuidar los plantines de albahaca?
La albahaca es una de las hierbas aromáticas más populares en la cocina, siendo incluso indispensable en la elaboración tradicional de algunos platos. Dentro de las distintas variedades que hay de esta planta aromática, una de las más comunes en nuestro territorio es la albahaca Ocimum Basilicum, se trata de una planta anual, y es en estos meses cálidos cuando podemos sacarle todo el provecho, es decir, cultivarla en casa para disponer de sus fragantes hojas recién recolectadas en nuestros platos, así que vamos a hablar sobre sus cuidados.
La albahaca es una planta propia de climas cálidos. Si el nuestro es así, estará encantada y podrá resistir incluso el paso del invierno pero si nuestro clima es templado o fresco y caen heladas, con la primera morirá por lo que en estas latitudes se cultiva como planta anual y por lo tanto, terminado su ciclo de vida de un año, morirá de forma natural.
¿Y qué le gusta a la albahaca?
- Un lugar cálido y abrigado pero con mucha luz y mucho sol.
- Un suelo bien abonado con abono orgánico (en cualquier garden venden bolsitas o saquitos).
- Un suelo que drene bien y no se encharque.
- No pasar sed. Le gusta el riego abundante.
Si la cultivamos a partir de semilla, podemos sembrarlas en maceta recogida durante el mes de marzo (principios de primavera) o directamente en el exterior en mayo.
Tanto si es de semillero como si compramos la plantita, hay que trasplantarla a un tiesto o lugar con tierra bien abonada con abono orgánico cuando haya pasado el frío, de finales de abril a principios de junio (dependiendo de la zona) y colocarla bien profunda en la tierra, hundiéndola un poco más de lo que estaba en el tiesto anterior para que las raíces tengan siempre humedad.
Y si queremos prolongar su vida, hemos de privarla de un capricho: el de florecer.
En cuanto aparezcan los tallos florales (foto siguiente) hay que recortarlos o desmocharlos para que los capullos no se desarrollen. De lo contrario, florecerá, completará su ciclo y morirá.
Esta ramita habrá que cortarla o desmocharla antes de que los capullos se abran
Cuando la temporada vaya llegando a su fin, si queremos recoger semillas, dejaremos de recortarla.
Mientras tanto la regaremos con regularidad y las podaremos con frecuencia. Yo lo hago con las tijeras de cocina, como si recortara un flequillo. Las recorto en toda su superficie y ella se pone cada vez más frondosa y bella. Esos recortes los aprovecho en la cocina, por supuesto.
Otro truco para alargar la temporada es repetir la siembra cada seis semanas.
Con todo esto deberíamos conseguir plantas robustas y fuertes pero si a pesar de ello, tenemos problemas, las causas podrían ser:
Invasión de araña roja: le entra cuando tiene falta de humedad. Hay que pulverizarla con agua, si es preciso, varias veces al día y durante los días necesarios hasta que la plaga desaparezca.
Invasión de pulgones: entonces hay que preparar un poco de agua jabonosa (el jabón líquido de fregar los platos vale) y pulverizar con ella la planta una vez.
La fórmula es: 1 cucharada de jabón líquido, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 litro de agua.
(Esto sirve para cualquier planta que tenga pulgón)
Observar si los bichitos se mueren y si no, repetir el pulverizado un par de días después.
También le atacan los caracoles y limacos, por lo que hay que aislar el tiesto para que no accedan a él.
Se le caen las hojas o amarillean o crecen muy raquíticas: observar si disfruta de las condiciones arriba mencionadas.
Como es una planta que no resiste las heladas, en cuanto empieza el frío hay que meterla en casa, colocándola en una posición soleada y pulverizándola de vez en cuando.
