Agosto, mes de los vientos ¿y qué más?
El prejuicio sobre el mes en cuestión se intensifica si se tiene en cuenta lo que podría interpretarse como el eslabón completo del refrán: “Julio los prepara y agosto se los lleva”. El mes de los vientos entre la realidad y el mito.
¿Qué hay de cierto entonces en el mito que conforma esta frase? Al ser replicada ancestralmente en distintos lugares del mundo sus orígenes son difíciles de rastrear; ante lo cual, su confirmación o refutación también.
Es que las condiciones climáticas propias del mes de agosto suelen ser “adversas” en distintos puntos del planeta por presentar periodos de intenso frío o calor de acuerdo a la ubicación de una zona geográfica en relación al Meridiano de Greenwich. Es decir –y salvando las simplificaciones- se sabe que cuando es invierno en los países ubicados al oeste del meridiano, es verano en los que están a su oeste; y a la inversa.
Es por eso que las causas meteorológicas son las que principalmente cargan con las responsabilidades del eterno preconcepto que señala al período iniciado después del 31 de julio como determinante en la vida de los abuelos.
Desde chicos te enseñan a temerle a agosto. “Por ser el mes de los vientos se cree que se lleva a los más viejos”, recuerda. Aun así, la abuela celebra no tener que contar ninguna desgracia familiar o de algún ser querido ocurrida entre julio y setiembre.-