GUADALUPE PASTOR
“Para la danza es muy difícil adaptarse a las clases virtuales”
La bailarina y profesora de danzas dialogó con Norte de Corrientes sobre la difícil realidad que viven ante la imposibilidad de trabajar.
Desde hace más de un año, la pandemia de covid-19 paralizó varias actividades. La artística, sin lugar a dudas es la más perjudicada. Incluso, para aquellos que tienen opciones de llevarla adelante vía plataformas virtuales. “La verdad que tratar de dictar clases en el marco pandémico es una lucha constante. Hace más de un año lo venimos haciendo pero con serias dificultades. Como academia tuvimos pérdidas de alumnos ya que el método virtual no es accesible para todos”, dijo a NORTE de Corrientes la profesora Guadalupe Pastor.
Lo que prioriza -dijo-; a la ahora de dictar clases presenciales en los momentos en que están habilitados; es que todos cumplan con los protocolos vigentes para poder así estar más tranquilos y poder seguir haciendo lo que nos gusta que es bailar pero también trabajar.
Cuando llega el momento de hacer clases virtuales, como hoy que Corrientes está en fase 3 debido al incremento sostenido de casos de covid-19, ayudan a mantener a los alumnos que se suman a esta propuesta; en movimiento. “Si bien no es lo mismo, es un método que sirve no sólo para estar en contacto con los alumnos sino para seguir perfeccionándonos en estos momentos en que estamos imposibilitados de viajar porque los profesores tomamos clases con maestros de otros países u otras provincias”, dijo.
La profesora instó a la población a ser empáticos con la situación y adaptarse a los tiempos que corren porque; “como profesores necesitamos seguir trabajando, desde nuestro lado como docentes tratamos de hacerlo lo mejor posible para que puedan seguir adquiriendo conocimientos”.
Pese a todo el esfuerzo realizado con clases virtuales y algunos meses de clases presenciales, Pastor dice que esta situación los perjudicó y mucho. “El estar tanto tiempo aislados de nuestros alumnos se hizo mucho más difícil el regreso, retomar las clases o volver a armar los grupos pero, en estos meses que estuvimos habilitados a trabajar pudimos avanzar bastante e incluso tuvimos la suerte de recibir caras nuevas y así de a poco, reacomodarnos”, explicó con dolor porque hoy nuevamente están imposibilitados de trabajar.
“La gente vive con miedo y es lógico que así sea por el difícil momento que vive el mundo, pero una vez que da el primer paso y toma las clases es como que ese miedo se va apaciguando porque de eso se trata la danza, es lo que logra en nosotros. Es un arte que no sólo mejora la salud corporal sino también mental. Es el momento en que uno se olvida de todo lo malo, y nos desconectamos por un buen rato”.
Esto, explicó, porque las clases van estructuradas en diferentes partes. Inicia con estiramiento y relajación, después se aplica el movimiento destinado a agilizar las distintas partes del cuerpo y disociaciones y a la vez; ganar audición musical en cada secuencia que se van armando en clase; finalizó la profesora que brega por poder seguir dictando sus clases y poder mantener el contacto con sus alumnos.-