FESTIVAL CULINARIO | GASTRONOMÍA Y MÚSICA
La tradición locrera de Curuzú Cuatiá tuvo ganadores y trascendió al mundo
Tres primeros puestos, dos menciones especiales, un stand destacado, 27 porciones para elegir a los mejores y unas 10 horas de transmisión de chamamé fue el saldo del exitoso evento.
Más de 8.000 litros de locro es la cantidad estimada de esta tradicional preparación criolla que se elaboró en la ciudad de Curuzú Cuatiá durante el fin de semana.
Unos 27 equipos, cada uno con la ayuda de sus familiares y cocinando desde su casas, protagonizaron una jornada atípica del tradicional festival, que, por segundo año consecutivo, debió realizarse con estrictos protocolos sanitarios por la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, cada uno de los concursantes puso manos a la obra desde el viernes, para organizar las cocinas, dejar listas las cacerolas y comenzar -la mayoría desde la madrugada del sábado- a prender los fogones.
Pelar verduras, trocear distintos cortes de carne vacuna y de cerdo y alistar el maíz para verter en las ollas gigantes produjo en cada casa un trajinar que compensó la falta de la presencialidad, que habitualmente tiene al parque Martín Fierro como escenario en la ciudad.
En paralelo, más de 8 conjuntos chamameceros -entre los que se destacaron Las Guitarras de Curuzú y Juancito Güenaga- acompañaron la televisación y la transmisión por redes sociales del festival, para completar la exhibición de cultura y tradición que esta vez trascendió las fronteras nacionales.
Desde temprano, el intendente José Irigoyen, junto a una comitiva de funcionarios, recorrió los stands en los domicilios de cada cocinero, donde pudieron degustar las preparaciones, conocer en detalle el proceso y llevar aliento y apoyo a los concursantes.
Luego, los jurados fueron recibiendo las porciones de cada uno de los locreros para su degustación.
La Casa del Bicentenario fue el punto de encuentro para realizar durante el domingo a la siesta la ceremonia de entrega de los tres premios principales del certamen.
El tercer premio, de 10.000 pesos, fue para Mario Ariel Sarratea, del stand N° 11, “Familia Sarratea y Ferreyra”.
El segundo premio de 20.000 pesos, fue para Antonio Daniel Gómez del stand Nº 19 “Club Belgrano”.
Y, finalmente, el primer premio fue para Raquel Mercedes Sarratea, del stand Nº 5, quien se llevó 30.000 pesos.
Además hubo tres stands con menciones especiales, que fueron para Sergio Ariel Sosa, Estela Malcediño y Héctor Pilar Argüello, quien fue destacado como mejor stand.
Tanto Sosa como Malcediño recibieron además una beca de una escuela de cocina de Buenos Aires, que les permitirá estudiar de manera online para recibir el título de cocinero profesional especializado en comida regional. La beca la otorgará el Gobierno de la Provincia de Corrientes por intermedio del Ministerio de Turismo.
Cocineros de barrio
“Todos los participantes son vecinos de los barrios, gente de trabajo. Es muy emocionante poder premiar el esfuerzo y la dedicación. La gente de nuestro pueblo, que ahora pudo mostrar nuestra tradición al mundo”, destacó Virginia Aguirre Talamona, directora de Cultura de Curuzú, en diálogo con República de Corrientes.
“Decenas de medios de la provincia, de Santa Cruz, Buenos Aires y también de Brasil volvieron a acompañarnos con la retransmisión del evento. Luego del homenaje a Tarragó Ros, siguen interesados en nuestra programación, que en este caso fueron de 10 horas de festival culinario y de chamamé”, destacó la funcionaria. “Esta fiesta siempre fue un orgullo para nosotros, para disfrutar y compartir entre los vecinos de la ciudad. Pero ahora trasciende fronteras; esta vez, salió al mundo”, subrayó.
Un medio de vida
“Fue un día maravilloso. Aunque comenzamos a trabajar a las 3 de la mañana, seguimos con mucha energía por tantas emociones”, comentó Raquel Sarratea, ganadora del concurso, en diálogo con República de Corrientes. En su cocina, donde de manera cotidiana surgen preparaciones de su rotisería, la tarea comenzó el sábado con el corte de las carnes. Las verduras se pelan y se incorporan al día siguiente, mientras los fuegos están marchando.
Mondongo, tripas, patas, puchero, patitas de cerdo, chorizo y maíz conforman la esencia de la receta de doña Raquel. Luego se condimenta con sal, pimienta y ají molido. Y durante la cocción, se añaden zapallo, acelga, cebolla de verdeo y apio.
"En Curuzú, el locro
es una comida
tradicional que consumimos
siempre, no solo en fechas patrias"RAQUEL SARRATEA
COCINERA
Durante la jornada del domingo, Raquel y sus sobrinos prepararon dos ollas de más de 100 litros de locro, que resultó premiado en primer puesto por votación unánime del jurado. El espesor, los condimentos y la consistencia fueron parte de los factores que se tuvieron en cuenta para seleccionar a los clasificados.
“Todos los jurados eligieron el mismo plato, aunque no sabían de quién era, porque las porciones se llevaron a la Casa del Bicentenario y allí iban votando”, explicó la concursante.
La edición de este año es la quinta en la cual participó Raquel y es la segunda vez que resultó premiada. “Fue una gran alegría”, aseguró.
En su casa, donde funciona su local de rotisería, se lució un decorado alegórico al concurso, con un cartel que consignaba al visitante que “se ingresa al territorio del locro”.
Identidad culinaria
“Vivo de esto”, sentenció Raquel. “Tengo una pequeña rotisería donde me dedico a preparar menús diarios. Considero que Curuzú es territorio del locro, ya que es algo muy nuestro. En los hogares de Curuzú es una preparación que se consume siempre, no solamente en fechas patrias”, explicó.
“Para nosotros, es también un medio de vida, de trabajo. Participo con mucho entusiasmo del festival porque nos da la oportunidad de revalorizar lo nuestro. Me parece importante que mis sobrinos, que trabajan conmigo, puedan ver y aprender a hacer cada vez mejor esta preparación, que no se pierda ese entusiasmo”, aseguró.
Por último, agradeció el premio y anticipó que piensa invertir el aporte económico para completar equipamiento e insumos en su negocio.